El alumnado del Aula Específica toma el desayuno en la clase, lo que nos permite que esta práctica diaria se convierta en una actividad educativa. Un día a la semana, el viernes, organizamos el desayuno teniendo en cuenta las propuestas de los alumnos y con la colaboración de las familias; ésta actividad es muy importante ya que con un trabajo conjunto adquirirán antes una autonomía y unos hábitos saludables.
El desayuno se convierte en la actividad principal de la jornada. Se trabajan hábitos de alimentación sana, de higiene, destrezas, habilidades y comportamientos adecuados. Hay una gran variedad de alimentos que podemos integrar en el desayuno y pretendemos que nuestros alumnos tengan conocimiento de los mismos, de su preparación y forma de tomarlos.
Este taller nos permite trabajar muchos contenidos del currículo, además de ser muy gratificante y divertido para todos, pues:
Proporciona un excelente ejercicio de lectura comprensiva: al leer y seguir la receta, nos paramos en cada punto o párrafo y analizamos qué hay que hacer.
Trabajamos la escritura, al escribir la receta en nuestro cuaderno de trabajo.
Amplia el vocabulario: aprendemos alimentos, utensilios, verbos, cantidades, tiempos...
Facilita la enseñanza de las categorías gramaticales (sustantivos, adjetivos, determinantes, pronombres...)
- Posibilita el aprendizaje significativo: utilizar los conocimientos, ampliarlos y profundizar en ellos dándoles un uso concreto y práctico.
Posibilita el uso integrado de las herramientas informáticas: buscar receta en Internet, pasarla a Word, imprimir la receta, escribir la receta en el blog de la clase, seguir el blog, etc.
- Favorece el desarrollo de las competencias básicas, sobre todo: la comunicación lingüística, aprender a aprender, autonomía e iniciativa personal, social y ciudadana, tratamiento de la información y comunicación digital.
Facilita la colaboración y el diálogo entre el alumnado y el profesorado, eleva el nivel de confianza y complicidad.
Facilita el desarrollo de la competencia en autonomía y decisión personal y la emocional. Pues aprendemos a “poner la mesa”, elaborar el propio desayuno, recoger y limpiar todo lo ensuciado… Además de solucionar problemas que se nos presentan. También, decidimos qué vamos a preparar el próximo día, hacemos la lista de la compra, repartimos responsabilidades…
- Proporciona satisfacción, refuerza la autoestima y les anima a seguir trabajando y aprendiendo al conseguir un producto final, considerado como suyo.
¿Sabías que aprendemos todo esto a la vez que nos divertimos elaborando recetas?
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