Hasta nuestra aula llegan colaboraciones externas que nos animan y guian el camino a seguir en nuestros proyectos. Esta vez con donaciones de patatas y alcachofas iniciamos la siembra de invierno.
Hoy sembramos patatas y como siempre hemos buscado información que nos ayude a conocerla mejor en los diversos ámbitos de la misma. Así sabemos que su nombre científico es Solanum tuberosum y que pertenece a la familia de las Solanáceas. Su fruto es un órgano que crece bajo tierra, denominado tubérculo, el extremo de una raíz subterránea que crece al acumular almidón y agua.
Es una planta herbácea cultivada de forma anual, muy exigente en agua, tierra y fertilizantes que se reproduce de forma vegetativa; además requiere una activa defensa frente al gran número de insectos que atacan a la planta y a sus tubérculos.
La patata es una buena fuente de energía, con alto contenido en folato, vitamina C, vitaminas del grupo B, hierro y potasio. Es peligroso consumir patatas color verdoso porque contienen un compuesto que en grandes cantidades puede ser tóxico.
La patata es un elemento imprescindible en la dieta mediterránea y tiene múltiples usos: puede destinarse para el consumo humano directo, para alimentación del ganado, para numerosas industrias alimentarias como la fabricación de purés deshidratados, la fabricación de ‘chips’, de patatas fritas, cocidas, congeladas, etc. También puede ser destinada a la industria feculera para destino alimenticio, o para la industria destilera para la obtención de alcohol. Dada la enorme cantidad de países que se dedican a su cultivo y la gran variedad de patatas existentes, su disponibilidad en los mercados está asegurada durante todo el año.
Las diferentes variedades se distinguen no solo por su forma, tamaño y color, sino por su contenido en almidones. Las patatas contienen diferentes proporciones de amilosa y amilopectina, más o menos como los arroces. Las patatas que se sugieren para todo tipo de usos tienen un balance medio de ambos almidones. Podemos distinguir entre patatas “cerosas”, que quedan firmes después de hervirlas y mantienen bien su forma, conteniendo en general menos almidones o las “harinosas”, que son más maduras y quedan mejor asadas, fritas o a la plancha. Los tipos de patatas más habituales son:
Patata Monalisa: Es la más vendida, la reina actual de las fruterías. Son atractivas visualmente, tienen forma regular y son las más versátiles del mercado. Son patatas “todoterreno”, ya sea fritas, porque absorben poco aceite; cocidas, ya que no se rompen, o asadas.
Patata Agria: La reina de los fritos. Oscura, alargada, de carne compacta y con pocos azúcares. Es buena para hacer las patatas fritas perfectas, ya que queda crujiente por fuera y tierna por dentro, pero no es muy recomendables para cocer.
Red Pontiac: Es una variedad curiosa, ya que son de color rojo como la grana por fuera y, sin embargo, de color blanco por dentro. Resultan perfectas tanto para cocer, como para guisar, gracias a su textura harinosa. Es la que mejor aguanta la refrigeración.
Después pasamos a la parte práctica donde el maestro nos ha informado de las pautas generales que tenemos que tener en cuenta para sembrar patatas; debemos cortar las patatas en cascos de forma que cada uno de ellos tengan yemas a partir de las cuales saldrán los tallos que generarán la futura mata de patata.
Preparamos la tierra quitándole las malas hierbas, piedras y otros restos como papeles, plásticos, viejas raíces del árbol, chapas...
Se aireó y pusimos suelta la tierra con la azada.
Medimos con el metro para hacer ordenadamente los agujeros donde depositar los cascos de patatas.
Hicimos 53 agujeros con la azada donde colocaríamos los casco de patatas.
Tuvimos un pequeño accidente, rompimos la tubería de agua que suministraba al servicio de alumnas de 2º de ESO. Empezó a salir abundante agua y nos llenamos de barro, no había forma de pararla.
Por supuesto, arreglamos la tubería y se acabaron los problemas.
Una vez resuelto este pequeño incidente continuamos las labores. Cada agujero lo llenamos de mantillo para dar calor y energía a cada uno de los cascos.
DEPOSITAMOS LAS PATATAS.
Las cubrimos de tierra.
Finalmente le dimos con el rastrillo para poner la tierra mas suave y ayudar a salir a los futuros tallos de la patata.
Y delimitamos el área de las patatas para evitar pisadas accidentales. Haciendo uso de un metro colocamos los bloques de forma alineada.
ALCACHOFAS
La alcachofa pertenece a la familia de las compuestas y su nombre científico es Cynara scolymus. Es una planta vivaz, que vive varios años gracias a su sistema radicular, formado por un rizoma muy desarrollado. Las raíces se extienden hasta los 40-45 cm de profundidad.
Está formada por varios tallos sobre los que aparecen las alcachofas, que son las inflorescencias inmaduras antes de abrirse. Las variedades de alcachofas se distinguen por su color, entre el verde y el morado. El sabor es áspero y algo amargo. Se consume en estado inmaduro, ya que cuando desarrolla las flores aparece una pelusilla morada que la hace incomestible.
La alcachofa se reproduce normalmente de trozos de rizoma que se separan de la planta madre y se plantan.
La alcachofa es un alimento rico en fibra y que aporta pocas calorías. Aporta calcio y fósforo, además de vitaminas B1, C, B3, B5 y B6. Contiene inulina, que en el organismo da fructosa, que es asimilable por los diabéticos. También es rica en cinarina, un compuesto que actúa protegiendo el hígado y estimulando la secreción biliar.
Se puede consumir cocida, asada, frita o incluso cruda, en menestra, guisadas o salteadas con guisantes y jamón, etc. También se elaboran conservas con ellas, que pueden ser al natural, en aceite o en vinagre, y se adapta muy bien a la congelación.
Una vez mas, medimos el terreno para calcular la distancia a la cual debíamos colocar las 10 alcachofas que teníamos. Posteriormente hicimos los agujeros, echamos mantillo, las sembramos y finalmente las regamos.
Nos vimos obligados a proteger las pequeñas lechugas con botellas de plástico para que los pájaros no se dieran otro banquete.
También regamos las habas aquél día, ya que están en pleno crecimiento y necesitan mucha agua.
En nuestro taller de manualidades hemos incluido un nuevo espantapájaros, ya que el anterior, nuestro querido Florencio se ha ido degastando y deteriorando con los años. Ha sido una actividad muy divertida combinar prendas de vestir usadas, que teníamos en el armario del aula de autonomía hasta encontrar la combinación deseada. Hemos cortado tiras de goma eva de color amarillo, naranja, marrón y las hemos cosido a la cabeza, formada con un saco y birutas. Los ojos también son de goma eva, la boca y unas hojas que hacen de mejillas. La nariz es un tapón rojo. El pañuelo y los remiendos son recortes de telas, donadas al aula por una tienda de Fernán-Núñez, "Telas".
Comenzamos con la excavación de un gran agujero para depositar un recipiente en el cual podríamos meter y sacar a Florencio de forma rápida y efectiva. Dentro del recipiente pusimos piedras hasta quedar bien sujeto nuestro espantapájaros.
ASÍ PUES NUESTRO ANTIGUO ESPANTAPÁJAROS SE JUBILÓ, Y AHORA TENEMOS UNO MUY JOVEN QUE SE LLAMA IGUAL, FLORENCIO. LE GUSTA TOMAR EL SOL A TODAS HORAS Y SE DIVIERTE ASUSTANDO A LOS PÁJAROS QUE RONDAN EL HUERTO.
Fuentes:
www.frutas-hortalizas.com
www.bartalentlab.com
www.cuerpomente.com
