jueves, 17 de diciembre de 2020

El huerto en Otoño

    La llegada de las lluvias otoñales y la disminución de horas del sol hacen que las hortalizas de fruto se desarrollen más lentamente; pero facilitan el crecimiento de las verduras de hoja. El huerto se tiñe así de verde con lineas de acelgas, lechugas, coles, escarolas , espinacas, brócolis...  
En este otoño y antes de las precipitaciones, comenzamos con la preparación de la tierra. La cavamos para ponerla tierna y airearla. Es un trabajo duro pero el resultado es notorio y ayuda a que el proceso de siembra sea mas cómodo y tenga mas garantías de éxito. Lo realizamos sobre un terreno rectangular y amplio que habíamos conseguido tras la ampliación que hicimos del huerto.




    Allanamos el terreno para proceder a una siembra más ordenada de todas las cebollas y ajos que tenemos previsto sembrar.


    En este plantel vamos a aprender a plantar cebollas, que podremos cultivar desde la primavera hasta las variedades tardías de otoño, como es nuestro caso. Pero primero vamos a conocer un poco más esta hortaliza.

    Sin duda, el aspecto mas negativo de la cebolla es que nos hace llorar, pero por lo demás es un auténtico tesoro nutritivo y un imprescindible de nuestra gastronomía. Es un alimento muy antiguo y entre sus capas esconde numerosas propiedades nutritivas y medicinales, es rica en minerales y oligoelementos (calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio, silicio, cinc, azufre y bromo); y también en vitaminas A, B, C Y  E. La cebolla es muy versátil, gracias a su jugosidad, este alimento permite cocinar con muy poco aceite y agua. Encurtida, frita, rebozada, hervida, al horno o cruda, la cebolla es deliciosa.

    Aquí tenemos nuestros plantines de cebollas listos para sembrar.


       Utilizamos el metro para poner alineadas todas las cebollas y ajos, y conseguir una imagen de orden y belleza.



    Antes de la siembra, echamos mantillo para tener una tierra más fértil y lo entremezclamos y esparcimos con la azada y el rastrillo.









    A continuación, realizamos una de las cosas que más nos gusta;  colocar las cebollas en cada uno de los agujeros que previamente habíamos hecho. Metíamos cada una de las cebollas y compactábamos la tierra.










    La verdad, es maravilloso ver todas esas cebollas alineadas y bien colocadas. 


    Por último, un riego para dar la bienvenida a las cebollas en su nuevo hogar.



    También sembramos habas para repoblar el lugar en el que estaban las lechugas que se habían comido los pájaros.

Antes nos ha parecido interesante conocer algunos aspectos de esta legumbre:
Las habas son una leguminosa cuyo fruto es una vaina alargada de entre 10 y 30 centímetros de longitud . En su interior  aloja de 2 a 9 granos. El final  del invierno  y el principio  de la primavera  son los mejores  momentos para disfrutar  de  las habas  tiernas. Si son de tamaño grande solo se consumirán  los granos, ya que la vaina resulta poco agradable al gusto. En cambio si la vaina  es de tamaño  menor  también tenemos la opción de consumirla sin desgranar.
Las habas tiernas  contienen levodopa  o Ldopa.  Se trata de una sustancia química  que  el cuerpo  utiliza para producir  dopamina,  el  neurotransmisor  de la motivación del impulso. Son nutritivas y muy versátiles en la cocina . Esta hortaliza  combina bien  en estofados, guisos  y como  acompañamiento. Aunque las habas se suelen tomar cocidas, los granos de las de menor tamaño resultan deliciosos crudos como ingredientes de nuestras ensaladas.



    Al igual que hicimos con las cebollas, preparamos el terreno para proceder a depositar las semillas (allanar, echar mantillo y hacer agujeros).



    También le dimos una bienvenida al que será su hogar para siempre con un buen riego. Esperemos que nos lo agradezca en unos meses con una buena cosecha de habas...

 
    

    Aprovechando unas semillas que teníamos de rábanos en el Aula, también van a formar parte de nuestra huerta.

Los rábanos alegran los platos con su sabor picante y su textura crujiente, abren el apetito y resultan digestivos. Pertenecen a las crucíferas, la misma familia de las coles y, como ellas, contienen las mimas sustancias azufradas desintoxicantes y anticancerígenas. Los rabanitos de primavera se pueden comer crudos y con su piel. 
DESTACAN  LOS APORTES MINERALES COMO EL POTASIO,  EL  CALCIO Y EL  MAGNESIO. TAMBIÉN POSEEN CANTIDADES SIGNIFICATIVAS DE VITAMINA C Y DE ÁCIDO  FÓLICO.


Preparación del terreno para los rábanos.




    Echamos la semilla de rábano en el terreno preparado  y le dimos con un rastrillo para entremeter la semilla y distribuirla de forma uniforme.




    Hay plantas que  ahuyentan a las plagas a modo de repelentes naturales. Según nos hemos informado no es seguro 100% pero sirven como complemento. En nuestro huerto hemos conseguido mantener el romero, la lavanda y la hierbabuena, se ve que les ha gustado el lugar que les asignamos. Sin embargo otras aromáticas no han logrado superar la ausencia de cuidados durante el verano y se han perdido en el transcurso del mismo. 

    Teníamos guardadas semillas de diversas plantas, pero al consultar el calendario de siembra solo pudimos sembrar tomillo. Para ello hemos acercado este bloque de hormigón y cemento a la zona de siembra, en un lugar soleado y lo hemos llenado de tierra, la hemos abonado, removido y hemos colocado nuestras semillas esperando poder beneficiarnos muy pronto de todas sus cualidades.



Cuando llegue su momento sembraremos las demás semillas entre  nuestros cultivos, para proteger a nuestras frutas y verduras de insectos y parásitos.

    
    Respecto a los ajos, aprovechamos unos que teníamos en nuestras casas que ya estaba entallados. En el aula de autonomía nos dispusimos a sacar cada uno de los dientes de ajo, limpiarlos y prepararlos para su siembra en el terreno que previamente habíamos preparado removiendo la tierra y fertilizándola. Es un proceso lento y delicado porque se hace con cuidado para no dañar el diente, dado que si este es estropeado, podría no germinar.                                                   
    La planta del ajo pertenece a la familia de la liliáceas, como la cebolla y el puerro. Se planta en invierno y el bulbo, la cabeza formada por los dientes de ajo, se cosecha a la entrada del verano.

    El olor y el sabor intenso del ajo tan apreciados en la cocina, se debe a su riqueza en unas sustancias azufradas que lo convierten en un auténtico alimento-medicina. Además son ricos en vitaminas y minerales. Generalmente se asocia a otros ingredientes con los que combina muy bien, como el pan el aceite, la sal y las plantas aromáticas como el perejil y la albahaca. Es un clásico preparar tostadas de pan con ajo frotado, sal y aceite.
El ajo crudo triunfa también en salsas como el ajoaceite, el ajoarriero... y en sopas frías como el gazpacho o el salmorejo.
Laminado en trozos menudos forma la base de los sofritos junto con la cebolla, el tomate y el pimiento verde, inicio seguro para cualquier guiso.
Si hay algo tan viejo como tradicional es la sopa de ajo. Sus ingredientes, junto al ajo, son pan duro, pimentón, aceite , agua y sal.

    

 
  
    
    Hemos sembrado los ajos al lado de las cebollas porque esta asociación es beneficiosa para ambas plantas, entre ellas se ayudan a prevenir enfermedades y pueden estimular su crecimiento.

 

 
        También sembramos unas pocas más de habas.






        Finalmente hemos sembrado algunas coles.
   

    La col lombarda debe su color morado intenso a la presencia de antocianinas, pigmentos antioxidantes que previene las enfermedades degenerativas. de sabor dulzón, se usa en ensaladas con zanahorias, naranjas, o salteada con manzana. Si se usa en sopas y potajes, hay que añadir unas gotas de limón o vinagre para que conserven su color. Es ideal para elaborar platos festivos y coloristas o encurtidos. Aporta hierro, potasio fosforo, calcio (aunque la mitad que el brócoli), vitaminas  C y A, y mucha fibra.

    LA  COL  BLANCA O REPOLLO CRUDA, ES IDEAL PARA LAS ENSALADAS DE  INVIERNO. POR SU SABOR DULCE ES DELICIOSA EN SOPAS, COCIDOS, TRINCHADA CON PATATAS Y AJO FRITO O RELLENA SI SE COCINA SE ACONSEJA TOMAR CON ANIS O JENGIBRE PARA EVITARLOS GASES. 

Protege el estómago, es relajante y muy depurativa. En una buena fuente de calcio, fósforo, 
magnesio y potasio. Rica en vitaminas C y B, especialmente ácido fólico. Y fermentada es la base de la conocida chucrut, que es un fermento de col lleno de probióticos  que tiene muchos beneficios para la salud, refuerza la flora intestinal ¡ y además sabe riquísimo!


    Como siempre, aireamos la tierra y echamos mantillo en cada uno de los puntos donde íbamos a plantar las coles y lechugas.




    Nos vimos obligados a pensar una solución para que los pájaros no se dieran un banquete con nuestras lechugas y coles, tal y como nos ocurrió anteriormente. Por lo que ideamos una barrera protectora contra aquellas aves glotonas, teniendo en cuenta que permitiese pasar la luz y el agua, además de permitirnos ver claramente como evolucionan y crecen.

    Colocamos unas varillas sobre las que sustentar la red. Posteriormente colocamos la red bien ajustada al suelo para que nada se colase por ningún hueco.
  



    Todo preparado para que tras las Navidades veamos como se van desarrollando y madurando nuestras plantas.


Fuente:
https://www.cuerpomente.com/guia-alimentos