jueves, 3 de diciembre de 2020

Limpieza y organización de los espacios en nuestro huerto escolar

Tras el verano nos encontramos que el huerto nos había deparado una gran sorpresa. Nos encontramos que “millones” de plantas invasoras llenaban de forma desordenada y aleatoria todo nuestro huerto. ¡Había que trabajar mucho y duro para recuperar la mejor de las imágenes!

Poco a poco empezamos a quitar todas las malas hierbas con el escardillo, empezando por las hierbas que había debajo del granado y alrededor del naranjo y el limonero.





Con el trascurso de los días conseguimos terminar con todas las malas hierbas y dejar el huerto mucho mas bonito, aunque quedaba mucho trabajo por hacer.


Posteriormente nos dedicamos a la recogida de todos aquellos elementos perjudiciales para la tierra, como plásticos, papeles, tapones de metal y, sobre todo, piedras y mas piedras.

Otra de las tareas fue, realizar la corta de todos nuestros arbustos. Cortamos todas aquellas ramas que rozaban con el suelo y estaban torcidas. También cortamos algunas ramas para aclararlas. El resultado final: ¡Unos arbustos muy redondos y bonitos! 

                                       

                                        

Los rosales ya comienzan a destacar dentro del huerto, los hemos ido llevando a través del arco y ya está floreciendo uno de ellos.



Retiramos las hojas secas de las plantas. Procuraremos revisarlas todas las semanas y quitárselas tan pronto se descubran porque de lo contrario podrían poner en riesgo al resto de la planta. Además, le facilitaremos mucho la tarea de desarrollar nuevas hojas.

                                       

Lo ideal es cortar las ramas o tallos en forma sesgada, lo más cerca posible de sus nudos de crecimiento. En el caso de las flores y las hojas marchitas que ya están débiles, es mejor quitarlas primero con la mano, y luego proceder a quitar el tronco si ya no tuviera ninguna de ellas.


También reorganizamos todo el sistema de riego; colocamos mangueras en los lugares previstos para la siembra de lechugas, brócoli, habas, ajos y cebollas ; pusimos también la manguera a los árboles que la tenían quitada o estropeada; e hicimos grandes zanjas para meter todas aquellas mangueras que estropeaban o molestaban en el paso.

                                       





Otra de las cosas que hicimos fue poner el limonero en vertical, ya que estaba muy torcido y corría el riego de caerse. Lo enderezamos con una cuerda que enganchamos desde el limonero hasta el tronco de otro árbol cortado. Pusimos un trapo en el limonero para evitar que la cuerda se clavara en la corteza y lo dañara.



Menos complicado ha sido alinear el tronco del laurel, más delgado y flexible. Con el paso del tiempo también nuestro laurel se había inclinado al empezar a producir más ramas por un lado que por otro, lo que hizo que el tronco se torciera hacia esa dirección, que es la que seguía el viento cuando lo comenzó a torcer. 


Por último recogimos y ordenamos los dos patios que tenemos anexos al huerto.



Le dimos un buen limpiado al suelo con la manguera de agua.


Y reubicamos el compostador en este otro espacio.



A partir de ahora dedicaremos nuestro tiempo en el huerto-jardín a su mantenimiento y a la siembra de diversas plantas, tanto de la huerta como de aquellas otras que hagan de este espacio un lugar de trabajo bonito y atractivo dentro de las inmediaciones de nuestro Instituto.





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