Hoy hemos hecho una salida a Fernán Núñez, allí es fiesta local, el Jueves Lardero, y nos hemos unido a su celebración junto a los habitantes del pueblo y otros muchos visitantes.
En primer lugar realizamos una visita guiada por el Párroco Don Alfonso a la Iglesia Sta. Marina de Aguas Santas, uno de los lugares más destacados de este municipio, haciendo un recorrido de la misma a través de sus imágenes.
Don Alfonso nos animó a subir hasta el altar mayor y contemplar la bóveda que se alza en el presbiterio, que presenta una alegre representación del cielo con una gran cantidad de ángeles.
Y en la Capilla del Sagrario.
La visita concluyó en la capilla de la Borriquita, una de las imágenes más querida por todos los niños.
Ha sido un privilegio haber podido disfrutar de la compañía y atención de nuestro párroco, que ha preparado para la ocasión una visita muy edificante y agradable, destacando su amabilidad y trato considerado hacia nosotros, transmitiéndonos un cariño especial.
A las 11 de la mañana tenía lugar la degustación del hornazo. Este año la celebración del hornazo gigante se ha trasladado hacia la Plaza de Armas, que se encontraba totalmente llena. Además, los niños, que hoy no tienen colegio, han podido disfrutar de tres atracciones de castillos hinchables.
La actividad ha incluido una recreación teatralizada del Jueves Lardero y baile medieval, recordando el festín que el noveno señor de Fernán Núñez, Don Fernando Gutiérrez de los Ríos regaló a la villa para festejar la toma de Granada en 1492 en la que el mismo noble participó. Como en aquella ocasión, los gastos corren por parte de la villa, que cuenta con la colaboración de las empresas locales, que ofrecen licores, vino, anís, zumo y chocolate.
Y, como manda la tradición, Productos Villegas prepara el hornazo dulce a la manera tradicional, que cada año se supera y deja atrás los récord anteriores.
Después nos dirigimos al Parque Llano de la Fuentes, un paraje repleto de jardines y arboleda que custodian cinco fuentes. Entre ellas destaca la fuente de los Caños Dorados, construida en 1777, y también el monumento a Moro, el perro de los entierros.
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